miércoles, 28 de enero de 2015

Fluir

Tenemos el misterio en el filo de nuestros dedos,
nos recorre cada poro de la piel,
escapándose del alma mientras lo miramos,
mientras le tememos.
Y es en ese preciso instante en el que nos atormenta,
en ese preciso momento en el que dudamos, 
cuando toda posibilidad de perderse desaparece
en las profundas y turbulentas aguas de los ríos,
en los cauces que nunca llegaron al mar,
por miedo a convertirse en océanos.

1 comentario:

  1. Me he quedado con la miel en los labios por saber qué pasa en ese preciso instante en donde toda posibilidad de perderse, desaparece...

    ResponderEliminar